Enchiladas Royalty -5

Reposa como mudo cronista del acompasado devenir en la plaza principal del centro de Puebla. Integra un ala de los portales, sobre Miguel Hidalgo 8,  que encara uno de los costados de la catedral. El hotel ha permanecido ahí por seis décadas. El restaurante es una de las mejores opciones para contemplar el paisaje lúdico del bellísimo centro.

Se llena de turistas y también de poblanos costumbristas. Quien no va a echar trago, se detiene a saborear el ritmo mientras disfruta una cerveza. La cocina tiene mucho y a la vez muy poco que presumir. Es ese tipo de menú extenso, tan preciado en los 40’s, que combinaba las sazones de España y México, y que se quedó sesenta años reinando en las mesas mexicanas, para bien o para mal.


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Y si bien en ciertos platos la gracia no se hace presente, porque los sabores pudieran demandar mejores tonos, en otros, como en su mole poblano, se concentra la riqueza de las herencias de la cocina local. Esta salsa mantiene un tono semi dulce, que genera divergencias de opinión,  pero cuya textura es fantástica y el sabor arrebata. Lo venden en pasta “para llevar”, y ningún poblano te va a decir que es de los buenos, porque los poblanos jamás se pondrán de acuerdo en cuál es realmente el mejor. En enchiladas es fantástico, igual que el pipián, que presumen tanto o más que el mole.

Royalty Guajolote -3

Ni qué hablar de sus “guajolotes” fritos rellenos de carnitas, que impúdicamente rompen las marcas de cualquier dieta, para sobresaltarte el paladar con su grasosa personalidad y extraordinario sabor callejero, con sus salsas envolventes, la crema y el queso que siempre amenizan el evento. Su sopa azteca o su consomé de carnero dicen otras cosas. Así como hay pastas y carnes que presentan buen porte pero no estamos seguros del sabor. Hay cualquier cosa para cualquier paladar, uno no se puede quejar.

Pero lo que narramos resalta: el mole, las chalupas, el guajolote, el caldo tlalpeño y el pipián, entre algunas otras selecciones, porque sentimos que su riqueza está ahí, pero se vale participar y sabremos escuchar opiniones, que cuando de comida se trata, los paladares sí respingan y se ponen necios…

Portal Hidalgo 8. Centro