En los últimos días, una severa helada le pegó a los viñedos de Borgoña, afectando la zona norte de Chablis. Los viticultores tomaron medidas desesperadas, intentando calentar las viñas de noche y regándolas constantemente durante el día.
Se trata de un fenómeno que no sucedía desde 1991. Con los brotes apenas dibujándose en las viñas, los viticultores han luchado día y noche tratando de salvar a las matas.
Con una capacidad de reacción asombrosa, los agricultores llenaron de antorchas los campos durante la noche del 27. El fotógrafo Aurelie Ibañez, captó imágenes impresionantes de grandes extensiones. El paisaje es espléndido para quien sólo observa. Las colinas se ven iluminadas por miles de luces que dan calor a las viñas. Cotes de Beaune y Nuits presentan escenarios subyugantes.
Hubo pérdidas menores, pero al parecer, la cosecha se salva. En algunas partes las temperaturas alcanzaron – 4°C. Los científicos imputan esta masa polar al efecto del calentamiento global general.
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