Otras cantinas de la misma estirpe, tienen más lujos, ésta parece regodearse en la austeridad escénica. Y si no es por la caseta para no fumadores que instalaron robándoles espacio a los que fuman, y una barra más o menos grande al fondo, que dispara de todo, el escenario sería desértico.

Bar Nuevo León -1

Pero el servicio es el que esperas; al que embromas tantito y se convierte en tu cómplice para varias jornadas. Y la cocina tiene sus leyendas. Los escamoles por ejemplo, salen ahogándose en mantequilla y soltando un aroma a hierbas con chile, que cuando hueles pica rico, y te hace estornudar.

Bar León 2 -1

Aunque su especialidad es el cabrito, el lechón al horno es una de sus grandes producciones, enorme, jugoso como pocos, de textura delicada, de sabor noble. Platos de cuchara de cantina que lo mismo instalan un caldo de camarón en regla que una sopita bien curtida, de la que haya, porque no son tan afectos a ellas. Un pescado de buen ver o una ensalada para entonarse porque para el chambarete en pasilla son excelentes con los toques, y a veces extraordinarios, pero para las ensaladas como que les faltan ünguentos. Y las tortas son de campeonato y en un rango de precios decente.

Bar León 3 -1
Se podría medir el alcance de esta cantina sólo por hincar el diente a una milanesa de filete con papas, que le podría dar clases a la suela de zapato que venden en Novecento, y a otras que no dicen nada. Pero la especialidad de la casa es el cabrito: “y usted juzgue patrón, porque como éste no hay otro”. Y la vehemencia se ve recompensada en el rostro de quien ataca este plato.

Nuevo León No. 95, Local A, Hipódromo Condesa
T.  5553 0419