La especialidad de la casa es la carne, pero también las tortillas. Las salsas son fastuosas y todos los arrumacos de entrada te mantienen con el paladar sumido en la irresponsable complacencia y en el grato sabor de boca.
Carnívoro Asador, por definición, es una parrilla mexicana con todos los sabores nacionales que deseas obtener en un sitio así. Aquí, desde el sabor casero de los frijoles, pasando por sus gorditas de chicharrón, sus chorizos verde y rojo, el queso panela medio enchilado y muchas otras cosas, te remiten a sabores cotidianos que reciben el aliño de mejores intenciones sustentadas en calidad y precio.
Carnívoro es un sitio que se presta para ir a echar copa al son de buenas viandas mexicanas, diseñadas con estilo y sazón. El lenguaje del sitio es tradicional, su expresión contemporánea. Una buena lista de tragos satisface todas tus aspiraciones y si quieres vino, el de la casa, de José Luis Durand, sin ser precisamente de competencia, cumple con creces y su precio más que decente. Es un corte de varias uvas, entre ellas shiraz, merlot y cabernet sauvignon.
El escenario es interesante. El restaurante descansa en una vieja casona que protege el INAH y que compromete el sabor de la casa y la esencia mexicana. Hay una urgente necesidad en todo este concepto por ofrecer productos de primer nivel en todos los rangos, aceites de oliva, quesos, carnes, maíz, etcétera. Su talón de Aquiles, a veces, es el servicio, podría comprometerse un poco más…
“Lo que bien define a Carnóvoro Asador”, dice Juan Carlos Canales, socio y responsable principal del restaurante, “es la carne de libre pastoreo. Un producto orgánico de gran sabor y textura”. Ya sea que selecciones res o puerco, los productos de Carnívoro no los encuentras fácilmente en otras partes de la ciudad. La res es carne selecta, producida en el norte con cuidados muy rigurosos desde la crianza hasta el sacrificio. El cerdo es mexicano, un poco más fibroso en textura, pero lleno de sabor. En este sitio aprendes cosas que dabas por supuestas a la hora de consumir productos que te has metido a la boca desde bebé.
Añade otras cosas, pescados a la talla o tikin xik; pulpo, algún pollo, sopas y un hot dog construido a la mexicana con salchicha alemana de La Selva Negra. Les recomiendo en especial los tuétanos: un par de huesos de buen tamaño de los cuales se desprende médula suficiente para rellenar esas tortillas extraordinarias de masa azul que tienes que saborear con una de esas salsas martajadas “pa que amarre”.
Con una terraza de lo más agradable, Carnívoro Asador es una excelente opción no sólo para la zona, sino para toda la ciudad. Hacía falta una propuesta de negocio inteligente y con una visión ambiciosa y sana. Hay buenos postres y abajo una tienda con cortes, quesos y otras cosas ricas.
Yucatán 138, Roma. T. 5264 3066
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