CAPITAL GRILL burger

Luego de publicar nuestra experiencia en The Capital Grille, y, posteriormente, ofrecer  DERECHO DE REPLICA, sobre nuestra crítica, al cocinero que nos descalificó (de varias formas) asegurando que mentíamos, decidimos sugerirle a nuestro amigo Burgerman que visitara el sitio con el propósito de comparar puntos de vista críticos sobre la burger de este restaurante.

Lo que pretendemos es demostrar, que un ejercicio crítico, no pagado, si se hace desde el punto de vista del cliente, debe respetarse porque proporciona una serie de argumentos que sirven para dos cosas o propósitos: Primero. Para que los lectores decidan si quieren o no ir a ese lugar. Segunda. Que el sitio tome en cuenta la lectura y corrija errores. Todos ganamos. La crítica no es necesaria, es indispensable.

Desde luego, a BURGERMAN le pedimos que NO leyera previamente nuestra nota para que no llegara con prejuicios sobre el platillo a analizar. Básicamente, nosotros dijimos que:

  1. La Burger es monstruosa y se requieren fauces bien dotadas para comerla.
  2. Que el pan se rompía y el plato llega caliente en exceso.
  3. Que le ponían toda una rodaja de cebolla la cual opacaba el sabor de la carne.
  4. Que exageran la cantidad de jitomate y lechuga.
  5. Que tanto queso oculta el sabor de la carne.
  6. Que la carne llega seca y no la entregan al término deseado por lo cual no se notan los 21 días de añejamiento del producto.
  7. Que es muy cara para lo que entrega.

 

Pues bien, lean la reseña de BURGERMAN. Y lo lamentamos, esta vez no consideramos otro DERECHO DE REPLICA por parte de The Capital Grille.

Burger man -1

 

Hamburguesa de Señor: The Capital Grille México

Me encanta comer en restaurantes de Señor. Con mayúscula. Son capaces de brindar experiencias culinarias memorables, mientras se experimenta el servicio, el trato y el confort que uno esperaría de un restaurante de potentado. Me da gusto que en este tipo de establecimientos, nuestro platillo favorito, embone como anillo al dedo. A fin de cuentas, uno supondría que una steakhouse tradicional, y, a la antigüita, sin lugar a dudas, debería ofrecer, casi como sinónimo, una gran burger. Sin embargo, aunque usted no lo crea, antes no era así. Eran pocos los restaurantes que se dignaban servir nuestro emparedado amado. Esto, generalmente, debido a que el señor club de yates no deseaba comer algo tan pedestre como una burger. Hoy en día, gracias a la moda que han alcanzado las hamburguesas, prácticamente todos los buenos restaurantes las preparan, por lo menos, en alguna de sus variantes.

capitalgrille1

 

Siempre me habían platicado de The Capital Grille (Av. Paseo de la Reforma #250 / http://www.thecapitalgrille.com.mx / @CapitalGrilleMx) pero nunca había podido ir. Me hablaban bien de la burger y por lo tanto había que probarla. Carne de res añejada 21 días, sonaba espectacular. Sin preámbulo, llegué, ordené y esperé salivando. Me sorprendió que al tomar mi orden me preguntaran el término de la hamburguesa. Término medio debería de ser la norma: eso pedí, esperando que no erraran.

Llegó después de un ratito y en automático se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Lo siguiente fue calcular cómo demonios iba a atacar, con una sola mordida, a ése portento de 280 gramos, que estaba en medio de un bollo que parecía tener la consistencia y la humedad justa, rodeado de dos rebanadotas de jitomate, lechuga y una buena dosis de pepinillos. Quitándole la cebolla, seguía siendo enorme. El queso, aunque nunca supe de qué tipo, se escondía entre la carne y se sumaba al misterio y al tamaño. Un poco de ketchup y venga a nuestro reino.

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A la primera mordida me sorprendieron tres cosas: la consistencia más de albóndiga que de hamburguesa. Según mi opinión, consecuencia directa de que prácticamente no prevenía grasa y que el término se les había pasado. ¿Pasada de término en un steakhouse? ¡Híjole! No sé ni qué pensar. Además, como me encanta el término medio por la grasita, me sacó de onda que estuviera más bien secona. Sin embargo, el sabor estaba ahí. Es raro encontrar sabor en la falta de consistencia. Pensé que el añejamiento lograría incrementar el gusto y al final eclosionaría de felicidad en mi boca, pero realmente no pude notar la diferencia con una carne sin añejar. El bollo, bien, aunque tendiendo al rompimiento. Lo que me seguía sacando de onda era la consistencia, la falta de grasa y el término. Con todo y todo, me la acabé, y cuando lo hice seguía preguntándome si ésta no debería ser una burger de mucho mejor entrega.

CAPITAL GRILL halves

– foto de GOURMAND

He probado muchas hamburguesas de señor y no aprendo. La gran mayoría son muy malas. Me lo dijo una vez el chef anterior del J&G Grill: «Hacer una hamburguesa es fácil; yo quisiera no tener una en mi menú, pero es absolutamente necesaria». Con eso entendí todo. En éste tipo de restaurantes se considera a la burger como algo menor. Cuando debería de ser todo lo contrario. Cuando se le considera así, tenemos maravillas como la de The Palm o la de Minetta Tavern en Nueva York: simplemente entre las 10 mejores hamburguesas del mundo. Sí se puede, pero los chefs de estos lugares tienen que echarle más ganas. La consistencia y la cohesión de la carne son fundamentales, tanto como el término y el porcentaje de grasa. Es más importante eso que poner enormes rebanadas de jitomate o pepinillos, o hacer un monstruo de 300 gramos. El sabor mata toda consideración.

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Si cree usted, querido lector, que ha probado una burger  muy cercana a la perfección, son bienvenidas sus opiniones en el Blog (http://burguerman.blogspot.com) en el Facebook – facebook.com/Burgerman.mex, en el Twitter: twitter.com/burgermanmex o en el Instagram: instagram.com/burgermanmex